Al momento que nos convertimos en padres, a veces nos cuesta adaptarnos a ese cambio de vida, y no sabemos bien como afrontarlos, es por eso que muchas personas esperan que sus familiares sean de gran ayuda en esta nueva etapa que inicia.
No es nada fácil empezar de cero, lo que pocos advierten es que tras el nacimiento del pequeño muchas personas prefieren seguir con su rutina normal y dejar que los padres se encarguen por completo de la criatura que trajeron al mundo, y así evitar la responsabilidad que conlleva.
Este es el caso de mi esposo y yo, hace ocho meses nos convertimos en padres de un bebé al que llamamos Jack, mi embarazo fue muy complicado, al nacer, mi hijo sufría de cólicos y mi permiso de maternidad fue demasiado corto, tanto mi esposo y yo tenemos empleos muy demandantes.
Debía renunciar pero no podemos por motivos económicos, me siento muy sola ya que donde vivimos no tengo muchas amistades, mi suegra está enferma y mi esposo tiene que cuidarla varias veces a la semana, no hemos tenido un día de descanso desde el nacimiento del bebé.
Hacernos cargo de la limpieza de la casa ha sido una pesadilla, mi mamá vive a una hora de distancia y nunca, ni una sola vez, se ha ofrecido a ayudar con nada, nuestra relación siempre ha sido buena, ella fue ama de casa de tiempo completo y una excelente madre para mi hermana y para mí, de eso no tengo queja.
Mi madre ahora vive sola y se pasa los días haciendo yoga y saliendo con sus amigas, disfrutando de la vida plenamente, solamente quiere ver al bebé cuando no implique un esfuerzo para ella, le he preguntado varias veces si podría cuidarlo, pero siempre dice que no.
Una vez la llamé en medio de uno de mis episodios de depresión posparto, le dije que tenía miedo de estar sola y le pregunté si podía venir a estar conmigo, pero me dijo que no podía porque tenía planes para ir a desayunar, decidí dejar de pedirle ayuda ya que siempre me negaba.
Mi mejor amiga se va a casar y la boda será a dos horas de distancia en avión, soy la dama de honor y mi esposo va a dirigir la boda, no se permitirán niños ya que el lugar no es seguro para ellos, es por eso que hace siete meses que comenzamos a buscar a alguien que pudiera cuidar al bebé.
Llamamos a todos los que se nos ocurrió, después de un mes de búsqueda sin parar, encontramos a una niñera que vive en la ciudad donde será la boda, lamentablemente el viernes nos llamó y canceló, me he pasado los últimos 3 días llamando a las agencias de niñeras y no he tenido suerte.
Al final decidí llamar a mi madre y explicarle mi desesperación y le pregunté si podía cuidar a mi hijo por solo 24 horas, también le ofrecí que viajara con nosotros a la ciudad de la boda, pagarle una habitación de hotel para ella y solo tendría que cuidar a Jack por cinco horas.
Estaba llorando mientras le rogaba que lo cuidara, pero mi mamá dijo que no, que tenía clase de yoga y no quería cancelarla, fue la gota que rebasó el vaso, han sido meses de cero empatía mientras yo sufría depresión posparto.
Le dije a mi mamá que, como nunca estaba dispuesta a ayudar, ya no dejaría que tuviera contacto con su nieto pues al parecer no tiene sentimientos por el, sé que mi mamá no tiene ningún tipo de obligación de ayudarnos, pero entonces no debería esperar poder ver a mi hijo.
¿Qué opinan?, ¿Soy una mala persona por negarle a mi mamá que vea a su nieto porque ella nunca se ofrece a ayudarnos? yo no la molestaría si no fuera por que en verdad necesito de su apoyo.