Los padres son las personas que siempre nos van acompañar en nuestras vidas, hasta que la misma vida les impida continuar a nuestro lado, nos perdón cuando nos equivocamos, nos protegen cuando estamos en peligro, siempre confían en nosotros aun cuando los defraudamos.
Todo hijo se debe a sus padres, no podemos olvidarnos respetarlos y cuidarlos por todo lo que hicieron por nosotros, muchas veces los padres dejen de cumplir sueños de ellos por que sus hijos puedan vivir los de ellos con más facilidades.
Dicen que nadie es eterno, por eso valora a tus padres ahora que los tienes pues el tiempo pasa en un abrir y cerrar de ojos.
Disfrútalos, ámalos, cuida de ellos tal y como ellos cuidaron de ti cuando eras pequeño, hazlos sentir valiosos, ellos se merecen eso y mucho más y cuando menos lo pienses estos habrán envejecido, no los abandones, es cuando más necesitan de ti.
Esta es la carta que la madre le escribió a su hijo.
Amado hijo mío:
Te escribo esta carta con la sinceridad que viene desde lo más profundo de mi corazón. En esta carta quiero que sepas cuanto te amo y lo mucho que deseo que seas feliz todos los días de tu vida. En esta carta también quisiera pedirte algo.
Quiero pedirte que cuando me veas convertida en una vieja, tengas paciencia y tolerancia. Entiende que la vida es un ciclo en el que se nace, se convierte en niño, adolescente, adulto y luego de adulto uno pasa a la vejez rápidamente, convirtiéndose de nuevo en un niño.
Se vuelven a realizar cosas de niños pero estando en el cuerpo de un anciano.
Quizás te repetiré historias y anécdotas que viví, posiblemente no te pueda escuchar bien y te pida que de nuevo me repitas lo que alguna vez me contaste, quizás llegue a perder el hilo de la conversación y no pueda recordar qué hacía o qué era de lo que hablábamos.
Por favor, no te enojes, no grites, ¡tenme paciencia! Te juro que nada lo haré con maldad, sólo no dejes de compartir tiempo con tu madre, conmigo, aún cuando haya envejecido.
¿Que te pareció estas palabras de esta madre con su hijo?