4 hermanitos tuvieron la oportunidad de poder tener un hogar después de haber estado mucho tiempo sin una. Por fortuna de ellos, una familia decidió adoptarles y que puedan conocer el significado de una familia y poder vivirlo a la vez.
Las personas que adoptan, no solo abren las puertas de su casa, a niños sin hogar, también tiene que abrir su corazón para amarlos, protegerlos, comprenderlos.
Ya que los niños adoptados si bien no se gestan en el vientre de la madre, se gestan en el corazón y en su alma. En realidad los padres que adoptan tienen un deseo inmenso de ayudar a niños o jóvenes que necesitan ese refugio llamado hogar, que hasta el momento antes de que una familia los adopte, van a estar desamparados.
Ya que la mayoría de menores nunca tuvieron recuerdos de una familia, ya que fueron abandonados por su padres biológicos, y como si fuera poco han vivido muchas experiencias traumáticas, desde vivir sin un techo, el desamparo, el rechazo, mucha hambre, etc.
Todos los padres deben asumir su responsabilidad cuando deciden traer a un niño a este mundo y velar por el mismo, pero triste mente no siempre se cumple esa promesa.
Brandon y Jennifer Pratt, son una pareja de Lowa, Estados Unidos, que decidieron adoptar a cuatro hermanos de Brasil para evitar que crecieran separados.
Cuando ambos acordaron tener hijos contemplaron la adopción como la mejor alternativa.
La hermana de Jennifer está casada con un hombre de Brasil y como ya conocen su cultura, optaron por adoptar a niños de ese país sudamericano en donde muchos niños sufren los estragos de nacer en condiciones de pobreza.
La pareja se dio cuenta que en el País Latino el proceso de adopción podría durar varios años, y decidió adoptar a hermanos, para que crezcan juntos y no separados, y se puedan apoyar unos de otros.