A veces, lo que inicialmente se siente como amor puede convertirse en una mera costumbre en las relaciones de pareja. Por eso, debemos vivir conscientes de nuestras necesidades, emociones y deseos, lo que previene la monotonía, el aburrimiento o el estar en piloto automático. Una vez que identifiques estas señales, puedes evaluar si es posible cambiar esa rutina de comodidad, o si es momento de buscar un nuevo rumbo que vuelva a despertar tu corazón.
Señales de que no estás enamorada sino acostumbrada a tu pareja
Falta de emoción
Cuando el enamoramiento está presente, la emoción se experimenta en cada encuentro. No obstante, si percibes que salir con tu pareja se ha convertido en una obligación en lugar de un deseo genuino, esto podría ser una señal de que la pasión se ha desvanecido, según un estudio publicado en la revista Psychology Today.
Evitas la intimidad
La cercanía emocional y física es esencial en una relación romántica. Si te encuentras buscando excusas para evitar los momentos íntimos o te sientes incómoda al ser vulnerable, es posible que estés operando desde una zona de confort en lugar de experimentar un amor genuino.
Rutinas predecibles
Si tus días con tu pareja se convierten en una repetición interminable de actividades que ya no disfrutas, es posible que estés más acostumbrada a la comodidad que verdaderamente enamorada. Tal vez tus intereses y prioridades ya no coinciden con los de tu pareja, pero continúas con la relación por inercia. Además, es probable que no sientas el impulso de planificar un futuro juntos ni de hacer proyectos a largo plazo.
Ya no te preocupas por su bienestar
El amor implica una preocupación genuina por la felicidad del otro. Si notas que ya no te importa tanto cómo se siente tu pareja o si está atravesando un mal momento, es probable que estés más cómoda que verdaderamente enamorada. Puede que prefieras evitar conflictos para mantener la paz en lugar de abordar problemas importantes, incluso si sientes que tus necesidades no están siendo atendidas.
