Existen varias investigaciones en las que se demuestra que cuando no se suele tener relaciones con frecuencia, nuestros cuerpos experimentan cambios, lo cual sugiere que terminar con la intimidad puede causar cambios físicos y emocionales.
Trae beneficios para nuestro cerebro:
Los investigadores han descubierto que esta actividad ayuda a nuestro cerebro a crear más neuronas, lo que sugiere que detener la actividad puede ser dañino para nuestro cuerpo.
Debilita nuestros músculos:
Los órganos íntimos de nuestro cuerpo tienen músculos que pueden debilitarse si no se mueven, por lo cual lo recomendable es que se ejercite esos músculo con frecuencia para que así puedan funcionar adecuadamente. Para las mujeres, a medida que disminuye la cantidad de relaciones íntimas que ejerce, su pelvis puede llegar a perder parte de su firmeza mientras que para los hombre, esta falta de ejercicio puede conducir a problemas de mayor magnitud como lo es la disfunción.
Contribuye a la mejora de las defensas del organismo:
Lo que hacemos con nuestras parejas en lo íntimo puede sernos de ayuda para mejorar nuestras defensas, si entonces no lo hacemos, puede perjudicarnos. Cuando tenemos relaciones íntimas aumenta nuestra presión arterial y la cantidad de cortisol en nuestro cuerpo, el cual es una hormona que se libera para combatir el dolor y estrés. En adición nuestro sistema inmunológico se suprime y los niveles de azúcar en nuestra sangre también aumentan.
Así que somos expuestos a bacterias, hongos infecciones y virus. Investigaciones realizadas por la Universidad de Wilkes en USA de mostraron que la intimidad realizada por lo menos dos veces semanalmente contribuye en el aumento de los niveles de inmunoglobina en nuestro cuerpo un total de 35%, mejorando así las defensas del organismo.
Si por algún motivo no puedes realizar correctamente este acto, recuerda siempre acudir a tu médico de confianza quién podrá darte una solución para que logres disfrutar del acto como deberías.
