Es bien conocido que existen varios casos que a adultos mayores, su familia los abandona o los deja a un lado. Olvidándose lo que un día ellos hicieron por ellos. Pero siempre logran darnos una gran lección frente a las adversidades. Este hombre de cerca de 100 años, combatió la soledad, con una sorprendente idea.
«Adopto a todos los niños del barrio con la creación de esta piscina maravillosa, es la única piscina publica que tenemos, los niños están felices y él los ve a todos como los nietos que nunca tuvo».
Keith Davison es un abuelo de 94 años de edad, tiene 3 hijos adultos, que no le han dado de momento nietos, su compañera y esposa Evy, falleció de cáncer después de haber pasado 66 años juntos.
«El día en que mi Evy murió yo me hundí en la soledad, tomaba todos los días, estaba realmente desorientado, me sentía solo y fue allí cuando sus palabras me llegaron a la cabeza, ella siempre quiso tener a nuestros nietos corriendo por el patio de nuestra casa, pero como nunca pudimos tenerlos, se me ocurrió hacer una piscina para todos los niños del barrio».
En su juventud fue apasionado por las leyes, por lo cual en su vida adulta ejercicio como juez, luego de su retiro de su apasionante carrera, pensó en este maravilloso proyecto, pero necesitaba una opinión de alguna de sus vecinas.
La piscina dio la bienvenida en Julio del 2019, hasta la actualidad.
«Ahora me sobran los nietos, los abrazos y las risas, tenerlos a todos ellos en mi vida me ayudo a salir del hueco en el que estaba. Ellos con su inocencia me rescataron».
«La única condición para poder entrar a la piscina es que cada niño venga con su representante o abuelo, no queremos que ocurra una desgracia».
La lección que nos dio sin duda es, que nunca es tarde para buscar una salida a la soledad y si en ese proceso podemos ayudar al resto que mejor.